EL ESTADO DE COREA DEL SUR SE VENGA DESPUÉS DE LA HUELGA Y LAS PROTESTAS MASIVAS
Los y las activistas sindicales, que se enfrentan a una represión brutal, necesitan solidaridad con urgencia, escribe Jong-hwan Kim.
Alrededor de 100.000 personas participaron en una protesta a nivel nacional en Seúl, la capital de Corea del Sur, el sábado 14 de noviembre. Este día de acción fue convocado por la Conferencia de Sindicatos de Corea (KCTU) contra el gobierno derechista de la presidenta Park Geun-hye. Los manifestantes exigían la supresión de las reformas laborales propuestas, las cuales provocarían un descenso de los salarios y una precarización de las condiciones laborales para todos los trabajadores y trabajadoras. Muchos, también, estaban enojados por los planes del gobierno de privatizar la sanidad y de imponer los libros de texto de historia encargados por el propio gobierno. Las autoridades respondieron con una violencia descarnada, desplegando a 20.000 policías que dispararon con cañones de agua más de 180 mil litros en un solo día, incluyendo tanto a ambulancias como a periodistas que filmaban la escena. El agua contenía 651 litros de agentes químicos disueltos. Un veterano activista, agricultor, quedó inconsciente tras recibir un disparo en la cabeza de un cañón de agua. Puede que "no despierte de nuevo, salvo un milagro", según su familia. El agricultor, con 20 años, ya estaba protestando contra la dictadura militar de Park Jung-hee. Y ahora, en el ocaso de su vida, ha sido puesto trágicamente en coma por la hija del mismísimo dictador. El jefe de la policía debe ser destituido por esto y los comandantes responsables del uso de cañones de agua deben ser enfrentados a cargos criminales.
Premeditado
Park ha indicado , de manera hipócrita, que está desmantelando las protestas violentas, pero éstas son observaciones calculadas cuya intención es desviar la indignación pública que existe sobre las tácticas asesinas del gobierno. La policía ya ha detenido a siete manifestantes y convocado a los y las representantes de 46 organizaciones, incluyendo la KCTU y el partido socialista revolucionario Solidaridad de las Trabajadoras y Trabajadores. Un amplio equipo especial se ha formado para cazar al presidente de la KCTU Han Sang-Gyun, que tuvo que buscar refugio en un histórico templo budista. Usando como pretexto la búsqueda de pruebas de actos ilegales, el gobierno inspeccionó ocho oficinas de la KCTU. El lunes de la semana pasada la policía llevó a cabo una redada en la sucursal del Mapo (un distrito de Seul) del Sindicato de Empleados del Gobierno de Corea (KGEU), cerrándola a continuación. La sucursal del Mapo está encabezada por un miembro de Solidaridad de las Trabajadoras y Trabajadores. Ha sido la única sucursal del KGEU que ha luchado por mantener su oficina abierta. El gobierno había ordenado cerrar todas las oficinas del KGEU dentro de los edificios gubernamentales. Su fuego se ha concentrado contra los sindicatos del sector público, como preludio para atacar a todo el movimiento sindical. La redada en la sucursal del Mapo tenía la intención de avisar de nuevos ataques contra las trabajadoras y trabajadores de los servicios públicos al haber eliminado el último símbolo que quedaba de la resistencia del KGEU. Como respuesta a estos ataques, el KCTU está preparando otro día nacional de protesta para este sábado. Solidaridad de los Trabajadores y Trabajadoras apoya este tipo de iniciativas, entendiendo además que éstas deben ser combinadas con la acción industrial. Muchos líderes sindicales y políticos de izquierda de toda Europa han firmado una declaración de solidaridad y la lista de firmantes sigue creciendo. Este tipo de solidaridad nos dará una gran confianza en nuestra lucha.
Jong-hwan Kim es miembro de Solidaridad de los Trabajadores y Trabajadoras
Mandad mensajes de solidaridad al correo electrónico mail@workerssolidarity.org
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