A pesar del larguísimo ciclo electoral y de las esperanzas que muchas personas han depositado a lo largo del mismo en la posibilidad de cambio institucional, las luchas no han cesado en todo este tiempo. Así, después de muchas dificultades el nuevo gobierno llega al poder rodeado de luchas tanto en el ámbito social como en el laboral, algunas de ellas, como la del sector educativo, muy articuladas después de un recorrido de varios años. Este avance de las luchas nada tiene que ver con el papel de las burocracias sindicales de UGT y CCOO, cómplices sumisos de los abusos a la clase trabajadora. La organización de las trabajadoras y trabajadores es más necesaria que nunca para defender nuestros derechos en estos tiempos de crisis. Fundamental resulta también la coordinación entre las distintas luchas para golpear junt@s y echar a este gobierno, débil desde su investidura.
En el siguiente artículo, Marlene Llorca y Emérita Calvo hacen balance de algunos de los principales frentes de lucha activos durante el año 2016.
Luchas sociales
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Un nuevo movimiento por la sanidad pública se ha alzado con fuerza. El germen de estas protestas se remonta a 2012, cuando la Junta de Andalucía aprobó un plan para “racionalizar” el sector sanitario. El objetivo era cumplir con el mandato constitucional derivado de la modificación del artículo 135 de la Constitución acordada un año antes por PP y PSOE para dar prioridad al pago de la deuda por encima de los servicios sociales.
La idea es unificar las gerencias de los hospitales de una misma ciudad y trabajar bajo un modelo de unidades inter-centros, lo que en realidad hace que un paciente tenga que auto diagnosticarse para decidir cuál de los edificios visita primero y luego trasladarse de uno a otro recabando las pruebas que requiere su tratamiento. Otra consecuencia de esta eufemísticamente llamada “racionalización” es la reducción de las plantillas hospitalarias, ya que todos los hospitales de una ciudad se convierten en uno, lo que incide en la mayor precariedad del servicio de salud.
Granada, Málaga y Huelva se han levantado. Cada ciudad con su idiosincrasia y problemática, pero las tres protestando por lo mismo, contra los recortes de la Junta de Andalucía en el sector sanitario.
En Granada hemos visto varias manifestaciones multitudinarias desde el pasado octubre, exigiendo que no se lleve a cabo la fusión de los dos hospitales de la ciudad, sino que permanezcan ambos completos, y que el hospital materno-infantil no cambie de ubicación.
En Málaga miles de personas salieron a la calle en defensa de la sanidad pública digna y mejoras en materia de infraestructuras, dotación de personal y más agilidad en las intervenciones quirúrgicas.
En Huelva también ha habido movilizaciones en el mismo sentido, inspiradas inicialmente por las de Granada.
Después de estas manifestaciones, promovidas desde abajo por plataformas en las que se integran sindicatos, asociaciones, profesionales sanitarios y usuarios, el Consejero de Sanidad, Aquilino Alonso, se ha visto forzado a declarar que tendrán en cuenta sus reivindicaciones para mejorar la atención sanitaria. Por ahora son sólo buenas palabras. No se trata de negociar para llegar a consenso alguno. Se trata de frenar los recortes vengan de donde vengan, y en este caso vienen del gobierno de Susana Díaz.
La Educación pública: un curso caliente
El año que termina también ha sido un año de lucha en el ámbito de la educación. Durante el mandato del ex-ministro de Educación José Ignacio Wert y sus represivas leyes, la comunidad educativa se puso en pie de guerra. Tras las huelgas generales en el sector educativo de 2012 y 2013, los años 2014 y 2015 estuvieron marcados por el calendario de movilizaciones “12 meses, 12 luchas por la Educación Pública”, propuesto por las Mareas por la Educación pública a raíz de sus primeras jornadas. Después de gritar en cientos de manifestaciones y escribir en cientos de pancartas “¡Wert, dimisión!”, a mitad de 2015 la movilización logró destituir a este ministro. La Ley Wert, o LOMCE, muy discutida y cuestionada en el Parlamento, que incluso ha llegado a votar su derogación, continúa movilizando a la comunidad educativa.
De este modo, 2016 ha seguido la misma senda combativa. Los días 15 marzo, 14 de abril, 13 de mayo y 13 de junio se realizaron paros parciales a nivel estatal para reivindicar una ley educativa para tod@s, la vuelta a las 18 horas lectivas semanales, la cobertura inmediata de bajas y la retribución íntegra en caso de baja por enfermedad, la disminución de la ratio en todas las etapas educativas y el cese de la supresión de unidades docentes en la Enseñanza Pública.
A nivel andaluz, los días 18 y 19 de mayo se llevó a cabo un boicot a las Pruebas Externas de la Junta y a las reválidas de la LOMCE, como parte de una campaña contra las mismas, en la que el colectivo docente también convocó paros parciales durante las tres primeras horas lectivas. Además, muchas familias presentaron escritos oponiéndose a la realización de este tipo de pruebas estandarizadas que no tienen en cuenta la singularidad de cada alumno.
El miércoles 26 de octubre tuvo lugar la primera huelga del curso 2016-2017 con un gran seguimiento por parte de la comunidad educativa en su lucha contra las reválidas o evaluaciones finales que establece la LOMCE al terminar de cursar la ESO y el Bachillerato. El paro fue convocado por la Confederación de Asociaciones de Padres CEAPA y el Sindicato de Estudiantes en 40 ciudades del Estado español, y fue apoyado por los sindicatos USTEA, CCOO, UGT, STES y por otras organizaciones de la Plataforma Estatal por la Escuela Pública, como Estudiantes en Movimiento. "Retirada de las reválidas", "Derogación de la LOMCE" y "Reversión de los recortes" fueron algunos de los lemas que se cantaron el día 26 de octubre. Como proclamaban desde el Sindicato de Estudiantes, dicha huelga debe ser "un primer gran paso en una lucha que debe mantenerse y ampliarse" hasta conseguir sus objetivos.
Y ese gran paso se dio, tanto que Rajoy se vio obligado a anunciar la paralización de las reválidas hasta que se alcance un pacto por la educación. Y lo hizo, ni más ni menos, en una de las sesiones de investidura. Buena forma de llegar al gobierno, asfixiado por las movilizaciones.
A raíz de esto, por propuesta de PP, PSOE y Ciudadanos, se ha constituido una subcomisión parlamentaria para elaborar dicho “Pacto de Estado Social y Político por la Educación”. Tal y como denuncian en su comunicado las Mareas por la Educación pública, el escrito para la creación de dicha subcomisión recoge que el pacto debe alcanzarse “para alcanzar los objetivos educativos europeos recogidos en la Estrategia Educación y Formación 2020 de la Unión Europea”, que son “la expresión misma de la más salvaje ideología neoliberal aplicada a la educación”, que es concebida simplemente “como una pieza más del sistema productivo”. Queda claro, de partida, que no hay pacto posible con quienes quieren vender la educación como lo vienen haciendo, y que el único camino es defenderla continuando con huelgas y movilizaciones.
Pan, trabajo, techo y dignidad
Este año también han tenido protagonismo las Marchas de la Dignidad, que tras el éxito histórico del 22M de 2014 han continuado organizándose como plataforma que articula las distintas luchas sociales y laborales por todo el Estado. A lo largo de 2016 han tomado las calles en varias ocasiones: la primera fue el 28 de mayo a nivel estatal y la segunda el 15 de octubre contra los tratados de libre comercio TTIP y CETA, integrándose en la semana de lucha de la plataforma contra dicho tratado. El 19 de noviembre tuvo lugar en Sevilla una protesta a nivel andaluz, y el 3 de diciembre en distintas ciudades “contra el crimen social del gobierno PPSOEC´s”. Además de estas convocatorias, y de apoyar a muchas luchas locales, las Marchas han participado en muchas otras jornadas de protesta, como la huelga educativa del 26O o las concentraciones del Día Internacional contra la Violencia de Género el 25N.
Se prevé una movilización centralizada en Madrid en la primavera del 2017 con vistas a impulsar una huelga general para echar al gobierno zombi de Rajoy y del PPSOE.
Otras luchas sociales
Otras luchas destacadas han sido: la lucha constante de la PAH, que desde que fue creada lleva paralizados 2045 desahucios y 2500 personas realojadas: La PAH y la Alianza contra la pobreza convocaron el día 2 de diciembre una manifestación a nivel estatal para denunciar que la pobreza energética mata, como le ocurrió a Rosa, la anciana que murió por una vela encendida, que utilizaba al no poder pagar la luz.
La defensa del medio ambiente es también un frente básico en las luchas actuales, como demuestran las protestas contra el gasoducto que pretenden construir en el Parque Nacional de Doñana y que llevó a diferentes organizaciones ecologistas, políticas y sociales a convocar una manifestación el día 26 de octubre. Discurrió desde la aldea de El Rocío hasta la entrada del parque exigiendo la prohibición del proyecto y el uso progresivo de energías renovables.
Luchas laborales
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Uno de los sectores más desfavorecidos en el mundo laboral es el de los trabajadores y trabajadoras del Telemarketing.
Hace 2 años que vienen negociando con la patronal del sector (ACE) el convenio de Contact Center. Se pretenden abolir los artículos 17 y 18, firmados en su día entre CCOO, UGT y la patronal, para aumentar los contratos indefinidos, acabar con los contratos eventuales por ETT, aumentar las jornadas completas y mejorar las condiciones económicas y de conciliación familiar.
A lo largo de 2016 se han convocado paros parciales y dos jornadas de huelga con un alto porcentaje de participación. La primera tuvo lugar el 6 de octubre y fue convocada por CGT, CCOO y UGT ante la inmovilidad de la patronal en la negociación del convenio sectorial. Se trataba de la primera huelga conjunta desde hacía doce años. La segunda la convocaron todos los sindicatos muy recientemente, el 28 de noviembre, con un mensaje claro y contundente “Las trabajadoras y trabajadores del telemarketing merecemos un respeto, merecemos unas condiciones de trabajo dignas y vamos a hacernos oír”, dado que la primera no consiguió ninguna cesión de la ACE en la negociación del nuevo convenio colectivo.
Coca-Cola
Otro colectivo afectado por la NO crisis de su empresa es el de los y las trabajadoras de la multinacional icono del capitalismo, Coca-Cola.
En 2013, Coca-Cola se fusiona con siete empresas embotelladoras en el Estado español en una única sociedad (Coca-Cola Iberia Partners) y, a pesar de obtener más de 900 millones de euros de beneficios, cierra cuatro fábricas.
En 2014 esta empresa que trata de tocarnos la fibra sensible con sus anuncios, más que nunca ahora en Navidad, presenta un ERE que afecta a más de 1200 emplead@s, que rápidamente declararon huelga indefinida. Convocaron paros en todas las fábricas y organizaron movilizaciones por todo el Estado. Empresa y sindicatos se sentaron a negociar sin ningún resultado, hasta que CCOO recurrió el ERE ante la Audiencia Nacional.
Much@s trabajador@s y aceptaron el despido, los traslados y las prejubilaciones, pero quienes resistieron y resisten, siguen con su lucha. Han conseguido que tanto el Tribunal Supremo como la Audiencia Nacional les otorguen la razón, declarando nulo el ERE y obligando a la empresa a readmitir a los despedidos. Sin embargo, a día de hoy no se ha hecho efectiva dicha sentencia, pues esta empresa pisotea tanto derechos laborales como judiciales, retrasando lo que un tribunal le ha ordenado cumplir.
Manteros de Barcelona
Los manteros de Barcelona, en su mayoría inmigrantes african@s, celebraban en octubre el primer aniversario del Sindicato popular de Vendedores Ambulantes, que nacía a finales de 2015 tras la muerte de Mor Sylla, víctima del odio y del racismo policial en Salou. Se creó con el firme objetivo de convertirse en un sindicato popular que defienda los derechos de l@s trabajador@s y luchar contra el racismo y la marginación.
El acoso a los manteros por parte del Ayuntamiento y la policía es incesante y, al ser personas en su mayoría sin papeles, el caso se agrava. Sufren insultos, palizas, duros interrogatorios, identificaciones y, por si fuera poco, se les requisa la mercancía.
El equipo de gobierno de Barcelona en comú en el Ayuntamiento, surgido en conexión con los movimientos sociales catalanes, no está sabiendo abordar el tema. Estas fueron las declaraciones de la alcaldesa Colau ante la respuesta de un grupo de manteros que se vio acechado por la guardia urbana en una movilización: “Ninguna tolerancia por parte del gobierno municipal” porque “la línea roja es la violencia”, dejando en evidencia a unos trabajadores que nadie sabe lo que sufrieron hasta llegar a Barcelona y lo que siguen sufriendo por el mero hecho de ser “sin papeles” y negros.
Huelga de Fregonas Caídas en las instalaciones de RTVE
Hace un año RTVE cambiaba de empresa y desde entonces las condiciones de las trabajadoras de la limpieza no han hecho otra cosa que mermar. La plantilla se ha visto reducida de 79 a 32 trabajadoras. Las que no han sido despedidas se ven sometidas al doble o a veces el triple de carga de trabajo, y a cambios de turnos y de instalaciones que afectan a sus vidas considerablemente, pues tienen que desplazarse en algunos casos a un puesto de trabajo mucho más lejano o realizar turnos incompatibles con su vida familiar.
La empresa adjudicataria, Team Service Facility, defiende que los despidos y cambios de plantilla se han debido a un reajuste en el planteamiento de limpieza pero que “se mantienen niveles aceptables” en las condiciones laborales, mientras que los sindicatos niegan que así sea y declaran que esta situación es consecuencia de los recortes que la cadena pública lleva acometiendo en los últimos años.
Las trabajadoras de RTVE se han visto obligadas a unirse y luchar por sus derechos, convocando una jornada de huelga el pasado noviembre, secundada por un 90% del personal. Ya están planteando una nueva jornada de paro, mientras RTVE, que se puso en contacto con l@s delegad@s del comité de empresa, estudia la situación.
Las kellys
Si existe un colectivo más desfavorecido que el de l@s teleoperador@s, ése es el hostelero.
Las kellys, limpiadoras en los hoteles, están más de moda que nunca. Empezaron a juntarse en el año 2014 a través de las redes sociales (rrss), hasta que un día un grupo de la misma ciudad decidió darse cita y comenzar su lucha autogestionada. Fueron formando grupos en los lugares con más demanda hotelera y haciendo asambleas esporádicas. Poco a poco, consiguieron un gran reconocimiento en las rrss y fueron surgiendo grupos por todo el Estado, hasta que se constituyeron como asociación.
Las camareras de piso tienen que trabajar a toda prisa y muy bien. Si este colectivo ya estaba infravalorado y mal pagado antes de la crisis, con la nueva reforma laboral y la externalización de los servicios va en continuo declive.
Sus reivindicaciones responden a la realidad de su territorio y van desde el derecho a la jubilación anticipada hasta la vinculación de la categoría de los hoteles a la calidad del trabajo que generan, pasando por el fin de las externalizaciones o el aumento de las inspecciones de trabajo.
Huelga en los Metros de Barcelona y Madrid
Los “Ayuntamientos del cambio” se están viendo sumidos en las contradicciones propias de tratar de gestionar localmente los recursos dentro del marco impuesto por el sistema.
Uno de los mejores ejemplos de esto son las huelgas de l@s trabajador@s de Metro de Madrid y Barcelona. En concreto en Barcelona, el metro es una empresa privada de capital público con un gran número de trabajador@s en situación precaria. De una plantilla de 3.600 personas, 600 solo trabajan tres meses al año con contratos de obra y servicio o tienen jornadas que no superan el 75%. Desde 2011 son cada vez más l@s emplead@s en estas condiciones sin un plan para mejorar su situación.
La respuesta de Ada Colau ante esta situación distó mucho de ser la de alguien que está del lado de l@s trabajador@s. Colau descalificó la huelga calificando los paros de "desproporcionados" y contrapuso las reclamaciones de los trabajadores con el derecho a la movilidad de la ciudadanía, en un contexto como el actual de criminalización sindical iniciado desde la patronal aprovechando la crisis económica.
Huelga de basuras en Málaga
Durante esta crisis han sido muchas las luchas sindicales para defender derechos ya conquistados frente a la ofensiva de la patronal en la negociación de convenios colectivos.
Una de ellas es la de la plantilla de Limasa, empresa encargada de la recogida de basuras en Málaga, que a mitad de año llevó a cabo una huelga indefinida para recuperar los derechos del convenio de 2012.
Esta no ha sido la única en este sector en 2016. De hecho, acaba de convocarse huelga indefinida en la recogida de basuras en Pontevedra a partir del día de Navidad por la falta de acuerdo en las negociaciones del convenio colectivo.
Estos son sólo un par de ejemplos de la resistencia de l@s trabajador@s ante las presiones y abusos de los empresarios a las que da pie la privatización de los servicios públicos.
Unamos todas estas luchas para golpear junt@s frente a los ataques a la gente trabajadora que van a continuar agravando la situación durante 2017.
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