El 26 de octubre de 2013, el sindicato fascista Respuesta Estudiantil realizó una manifestación a nivel estatal en Sevilla, donde varios autobuses procedentes de Madrid congregaron a lo más variopinto del fascismo.
Por redes sociales y de manera espontánea surgió una respuesta contra tan hipócrita manifestación, que bajo la máscara de “jóvenes patriotas”, escondía a fascistas que no dudan en apoyar a asesinos como Jouse, que mató a Carlos Palomino.
Nuestra oposición manifestada contra aquellos fascistas acabó brutalmente reprimida por cargas policiales innecesarias, con dos salvas al aire que produjeron varias carreras por las calles más comerciales de Sevilla, sembrando el terror en los viandantes y comerciantes de la zona. En aquellas carreras varios agentes de policía en moto nos perseguían por las estrechas calles del centro, de manera que estuvieron a punto de atropellar a un compañero (Carlos), que cayó al suelo, y allí lo retuvieron inmovilizado, tumbado boca abajo contra el asfalto. Quien suscribe estas líneas y otro compañero (Antonio) también fuimos retenidos. Se llevaron a Carlos esposado a la comisaría de policía de Blas Infante, dejándonos a Antonio y a mí libres después de haber tomado nota de nuestros DNIs.
En cambio, la manifestación fascista de Respuesta Estudiantil trascurría impunemente, utilizando material pirotécnico ilegal.
Lo ocurrido ese día es el resultado de tratar un asunto tan grave con la ligereza con que lo hacen Felisa Panadero, delegada del gobierno, y Zoido, entonces alcalde de Sevilla y hoy ministro del interior. Según sus palabras: “la manifestación del sindicato no causó problema alguno. El único problema aquí fue que 300 personas de ultraizquierda intentaron impedir que 150 niños se manifestaran en Sevilla y pelearse con ellos”. Todo esto ha servido a los que ostentan el poder para criminalizar a los que defendemos la libertad y siempre daremos la cara contra el fascismo.
Un mes más tarde, sin recibir ninguna citación o comunicación, fuimos detenidos como peligrosos delincuentes en nuestras casas o de camino a clase. Nos llevaron casi sin dar explicación a los calabozos de la comisaría de Blas Infante, y allí nos abrieron ficha policial, ya que la mayoría no teníamos antecedentes de ningún tipo. De ahí pasamos a disposición judicial ese mismo día, para ser puestos en libertad tras declarar y responder a cuatro preguntas sin sentido.
Sin antecedentes policiales y algunos sin ser identificados en el lugar de los hechos, la policía no tuvo otro modo posible de saber nuestros datos personales, si no es con el uso de listas negras.
La intención de detener a 7 de los 11 imputados un mes después está clara: “sembrar el terror”; esas detenciones no eran en absoluto necesarias, con una citación hubiera sido suficiente.
Los cargos que nos imputan son desórdenes públicos, tras la denuncia de Ángel Castro Conde, secretario de Respuesta Estudiantil Sevilla. Eso sí, asesorado por el abogado “hiperpatriota” y omnipresente Ángel Bordas.
Todo esto parece no ser suficiente, el escarmiento tiene que ser ejemplar. Además del proceso penal, hemos recibido multas que van desde 1300 hasta 3000 euros; no sólo los detenidos, sino un total de 17 personas. Los imputados, por la vía penal, después de varias reclamaciones y amparándonos en el principio de “no bis idem” (no se puede juzgar a una persona dos veces por lo mismo), hemos logrado paralizar de momento (no anular) las multas.
El proceso penal nos ha creado gastos de abogados, además de la incertidumbre de la sentencia que la justicia burguesa nos quiera imponer tras el juicio que se celebrará el próximo día 8 de mayo a las 9'45h en los juzgados del edificio NOGA en La Buhaira (Sevilla).
Sabemos que no somos ni seremos los únicos ni los primeros, pero no podrán callarnos. ¡NO PASARÁN!
Fernando López
SOLIDARIDAD ANTIFASCISTA
¡Os
esperamos el 8 de mayo a las 9:45 h
en los
juzgados del edificio NOGA de La Buhaira (Sevilla)!
No hay comentarios:
Publicar un comentario