Esto es una
denuncia de la situación injusta en la que nos encontramos muchas psicólogas y
psicólogos en el Estado español. Resulta que después de terminar nuestros
estudios universitarios de Grado, quienes queremos dedicarnos a la Psicología
clínica (o sea, la mayoría de las personas que estudiamos esta carrera) nos
encontramos con que no podemos ejercer. Sí, quienes queremos atender a pacientes
en consulta, NO PODEMOS TRABAJAR.
¿POR QUÉ NO PODEMOS
TRABAJAR?
¿Porque no hay
trabajo? No. Trabajo sí hay. De hecho, somos bastantes l@s que nos hemos reciclado
y estudiado ésta como segunda carrera buscando una opción
para ganarnos la vida ante la profundacrisis económica que estamos atravesando
y la gestión que los gobiernos están haciendo de ella para que la paguemos los
trabajadores y trabajadoras, con la precarización cada vez mayor del empleo y
los recortes y la privatización de los servicios públicos.
¿Porque cada vez
hacemos menos falta? No. Hacemos falta, y mucha. El índice de suicidios ha subido un 20% desde el inicio de la crisis,
convirtiéndose en la principal causa de muerte externa con el doble de muertes
que los accidentes de tráfico. Y eso es sólo un ejemplo de los casos más
graves, porque esta crisis que tanto sufrimiento está acarreando conlleva un
nivel de estrés y dolor en muchas personas que no siempre llega a reflejarse en
situaciones tan extremas como el suicidio.
¿Porque sobramos
psicólog@s? No. En España hay 4,3
psicólog@s por cada 100.000 habitantes, muy por debajo de la media europea,
que es de 18 psicólog@s/100.000 habitantes. En Alemania esta cifra
asciende a 50, y en países como Suecia o Finlandia se eleva hasta 70.
Entonces, ¿cuál es
la causa de que no podamos trabajar?El motivo es que se nos exige una formación
extra después del Grado, con dos posibles vías habilitantes para poder ejercer
nuestra profesión: presentarnos al examen de Psicólogo Interno Residente (PIR)
o matricularnos en el Máster de Psicología General Sanitaria(MPGS). Tomando
ambas opciones en conjunto o por separado, indistintamente, lo que existe es un auténtico cuello de botella a causa de las
pocas plazas disponibles.
Anualmente se
ofertan en torno a 125-130 plazas de PIR -que permite el acceso a la residencia
en la sanidad pública, tras la cual se está habilitad@ para ejercer en consulta
pública o privada- y se presentan en los últimos años más de 30 psicólog@s por
plaza. En el caso del Máster de Psicología General Sanitarialas ratios son
igual de escandalosas, por no hablar de precios y de los criterios de selección
para acceder al mismo.
¿CUÁL ES LA
REALIDAD QUE NOS HA LLEVADO A ESTA ABSURDA E INJUSTA SITUACIÓN?
Se trata de la
aprobación de la Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública, con la
que, con la excusa de regular la Psicología clínica como profesión sanitaria,
impusieron estos criterios de formación, en la línea de las vergonzosas
reformas educativas del Plan Bolonia. Unos criterios que, sin duda,siguen la
pauta de la privatización de la educación bajo las directrices de la Unión
Europea. Son de sobra conocidos -y sólo hay que consultar los Presupuestos
Generales del Estado-los recortes que en los últimos años se han llevado a cabo
en servicios públicos tan básicos como la educación y la sanidad. Recortes que
van de la mano de una privatización de los mismos, más o menos encubierta según
el caso.
Un tercio de las
plazas ofertadas para el MPGS se encuentran en universidades privadas, y
continúan surgiendo como champiñones cada año las privadas que ofertan este
máster, ante la perspectiva asegurada de negocio. A estas universidades acuden
quienes pueden pagarlo. Una vez más, se trata de educación (y en este caso,
también posibilidad de acceder al mercado de trabajo) para ricos. Porque
estamos hablando de que en que la universidad pública el precio medio del MPGS,
que se realiza a lo largo de dos años, era el curso pasado de 2.704,5 euros,
mientras que el precio medio en las universidades privadas ascendía a algo más
del triple.
¿QUÉ PODEMOS HACER
PARA CAMBIAR ESTA INJUSTICIA Y PODER ACCEDER A UN TRABAJO?
En primer lugar, y
como ya hemos comentado anteriormente, el número de psicólog@s en la Sanidad
pública es absolutamente insuficiente, cuando la atención psicológica no es un
lujo, sino en muchos casos una necesidad; esto debería valorarse más aún ahora
que la Psicología ha pasado a considerarse legalmente como una profesión
sanitaria. Por este motivo, las plazas para Psicólogo Interno Residente, así
como las de profesionales de la Psicología que trabajan de forma permanente en
la atención pública, deberían incrementarse considerablemente.
Por otra parte, en
ningún caso debería ser necesaria la realización obligatoria de un máster para
poder ejercer la práctica profesional, y mucho menos un máster al que una
mayoría de candidat@s no tiene posibilidad de acceder.
Por todo ello,
llamamos a estudiantes, psicólog@s y usuari@s a movilizarnos para denunciar
esta situación y exigir una atención psicológica pública de calidad y unas
condiciones dignas de acceso al trabajo para l@s profesionales de este sector.
Marta
Castillo
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Hola:
ResponderEliminarSoy estudiante del MPGS.
El año pasado hicimos un trabajo de investigación acerca de las verdaderas causas históricas, sociales y políticas de los problemas de la psicología en España.
Si alguien está interesado/a en conocerlo, puede escribirme a mi correo risgrati@hotmail.com y se lo enviaré. Nos gustaría darle difusión pero por lo rupturista no es muy publicable.