jueves, 29 de junio de 2017

Indignación obrera tras el incendio de la torre Grenfell (Londres)



En Gran Bretaña, el enfado de clase acumulado que ha salido a la superficie con los resultados de las elecciones se está convirtiendo ahora en explosión, después de la tragedia en la torre Grenfell. Theresa May, aunque recién elegida como primera ministra, no se ha atrevido a establecer contacto con las familias de las víctimas y los supervivientes. Cuando se acercó al lugar del incendio, tuvo que salir corriendo porque la gente empezó a llamarla asesina.

Se trata de un crimen capitalista en todos los aspectos y es obvio para todos. Es un crimen de la especulación, de la indiferencia del Estado por las vidas de las personas pobres. Es resultado de los recortes y de la austeridad, de los estrechos lazos entre la derecha británica y los terratenientes, y además es producto del racismo y la islamofobia.

Hasta el número de muertos todavía se desconoce. La mayoría de las estimaciones hablan de más de 100 personas, aunque el índice oficial estaba atascado en cuatro o siete durante mucho tiempo, y en el momento en que se escribe este artículo ha llegado a 79. Esto no es sólo resultado de las mentiras conscientes por parte de las autoridades, sino de la pulverización de los servicios sociales, que no tienen ni idea de cuánta gente y quiénes se alojan en un edificio de protección oficial grande. Además de todo esto, hay familias de migrantes que alojaban a más personas de las que habían declarado oficialmente, o que tienen miedo de declarar la pérdida de sus familiares si no tienen papeles legales y están amenazados con extradición.

La torre fue renovada recientemente, pero el dinero se dirigió a cambiar la fachada para que no perturbar la estética de los ricos, que ven desde sus propios apartamentos este gran almacén de pobreza. Y también para no estropear las fotos en los folletos de las grandes inmobiliarias que venden viviendas super caras en el barrio.

Así que había bastante dinero para el nuevo revestimiento del edificio, pero no lo había para que el material no fuera tan inflamable, ni para que se pusiera un sistema contra incendios automático. El resultado fue que el revestimiento hizo que el edificio se quemara más rápido que una servilleta de papel, con la gente atrapada y los bomberos incapaces de abrir camino de salida.


Londres es una de las ciudades con viviendas más caras en el mundo. Las casas que llegan a precios astronómicos permanecen vacías, ya que el motivo principal es la especulación en los precios, no alojar a personas reales al final. Mientras tanto, las familias pobres se tienen que acumular en viviendas como Grenfell. La mayoría de los diputados de la derecha o lo son ellos mismos o son muy amigos de especuladores y propietarios de inmobiliarias.

Los últimos ministros de vivienda han estado orgullos de cómo los precios volvieron a subir muy rápidamente después de la crisis y lo hicieron todo para que el coste de seguridad y los demás costes sociales no echaran el freno a la nueva burbuja. Uno de ellos, Brandon Lewis, decía claramente a los diputados de derechas que el coste de implantar sistemas contra incendios tenía que asumirlo “el mercado”, o sea, las empresas tenían que encontrar la manera de convencer a los propietarios de la conveniencia de instalar un sistema contra incendios, y que no es responsabilidad del estado imponer reglas u ofrecer ayudas y subvenciones.

El hasta hace poco alcalde derechista de Londres, también se declaraba orgullo por los recortes que hizo al servicio de bomberos y así… puso orden en los presupuestos de la ciudad.

La combinación de todo esto no solo ha hecho que la gente saliera a la calle, con manifestaciones e “invasiones” a las oficinas de los servicios sociales, sino que también ha aumentado la crisis política, poniendo en duda el futuro de Theresa May. Después de las elecciones, May ya tenía como única solución formar un gobierno de minoría con el apoyo de los fanáticos del DUP norirlandés. Ahora se considera un cadáver político, habiendo sido incapaz de manejar la situación tanto a nivel práctico como propagandístico. Se mantiene en su silla solo porque la derecha no tiene una alternativa preparada.

Mientras tanto, las conversaciones en las calles y en los barrios van más profundo: ¿quién tiene la culpa y cuál podría ser la respuesta? Que paguen los ricos, que se expropien sus fortunas, que se abran las viviendas vacías para las familias que las necesitan. Los periódicos de derecha hasta hace poco se cachondeaban de las “propuestas locas” de la extrema izquierda que supuestamente movía los hilos detrás de Jeremy Corbyn. Ahora tienen que reconocer con miedo que esas “propuestas locas” están conquistando las mentes de una gran parte de la clase trabajadora y de los pobres.

Nikos Lountos

Doñana arde: entre el neoliberalismo y la lucha ecologista


No es ninguna sorpresa que Doñana, el mayor símbolo de conservación de la naturaleza en el Estado español y Andalucía, se queme y pierda calidad ecológica a marchas forzadas. De hecho, este espacio protegido está acosado desde el subsuelo, a nivel de la superficie terrestre, desde el agua y desde el aire. El subsuelo está siendo explotado por Gas Natural (con el apoyo del ex-presidente del gobierno Felipe González y los gobiernos central y autonómico) para almacenar gas. Así, esta multinacional energética ahorra en la construcción de almacenes de gas al tiempo que especula con él hasta que suba su precio para vendérnoslo más caro; un proyecto con riesgos sísmicos (véase el proyecto Castor en la costa catalana) y de contaminación de los acuíferos con metano. Al mismo tiempo que se planea almacenar gas en el subsuelo de Doñana, el acuífero que hay en él está siendo sobreexplotado por miles de pozos ilegales, mientras el gobierno andaluz mira para otro lado; una extracción masiva de agua que sufren algunas especies de flora y fauna y ecosistemas como lagunas y marismas. A nivel de la superficie terrestre, Doñana está siendo estrangulada por una red creciente de carreteras (donde mueren atropellados muchos animales, incluyendo linces), urbanizaciones y cultivos super-intensivos que fragmentan el territorio, aislando poblaciones y convirtiendo el espacio protegido en una isla/cárcel para muchas especies. Además, el estuario del río Guadalquivir, frontera Este del corazón de Doñana, sufre problemas graves de contaminación invasiones biológicas y pérdida de biodiversidad, al tiempo que está amenazado por el, hasta ahora frustrado, dragado de profundidad. Por si todo esto fuera poco,  Doñana también está siendo impactada por el cambio climático y sus derivadas relacionadas con la subida del mar, la disminución de las precipitaciones y el ascenso de las temperaturas.

El gran incendio de ha quemado recientemente miles de hectáreas en el Parque Natural de Doñana y zonas limítrofes es un evento catastrófico más que viene a sumarse a la espiral de degradación ambiental que sufre esta zona. Afortunadamente, muchas de la especies de plantas y animales de Andalucía están adaptadas al fuego y se recuperarán relativamente rápido, ya sea mediante rebrote, germinación y/o inmigración. Sin embargo, otras especies no adaptadas al fuego (como algunos reptiles) han podido sufrir un impacto severo en sus poblaciones que requerirían mucho tiempo y/o grandes esfuerzos de restauración para recuperarlas. Especialmente grave y alarmante ha sido el desalojo apresurado y mal gestionado del centro de cría del lince ibérico de El Acebuche, en el que ha muerto, al menos, una hembra adulta, acabando en una tarde/noche con parte del trabajo y el reconocimiento de años. Además, el incendio ha emitido ingentes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera y ha destruido un gran sumidero de estos gases, construyendo cambio climático por ambos impactos. Por otro lado, el fuego ha destruido infraestructuras turísticas (pasarelas de madera en la zona costera, el magnífico Camping Doñana, etc.) y ha degradado el paisaje de la zona, lo que tendrá efectos negativos en el turismo.

Más allá de la causa del incendio (que parece ser provocado por el ser humano, ya sea de forma intencionada o no), el que el incendio se haya expandido tan rápido quemando tanta superficie tiene relación con las condiciones atmosféricas (baja humedad y altas temperaturas; condiciones que cada vez son más habituales con el cambio climático) y con una mala gestión forestal de Doñana. La mayor parte de la zona quemada era un monocultivo de pinares de repoblaciones de la segunda mitad del siglo XX con sotobosque arbustivo y/o herbáceo mediterráneo. Es decir, un ecosistema propenso a arder con enorme facilidad y rapidez. Antes de que Doñana se protegiese como Parque Nacional, pequeños ganaderos y agricultores de la zona creaban un mosaico dinámico de manchas con diferentes tipos de vegetación, mantenían a raya al matorral con ganado, haciendo carbón vegetal, provocando pequeños incendios controlados, etc. De esta manera los usos ganaderos y agrícolas se compatibilizaban de forma sostenible con la conservación de la naturaleza, favoreciendo, incluso, el aumento de la biodiversidad al diversificar los hábitats por aumentar la heterogeneidad ambiental. 

Cuando Doñana se “protegió” se prohibieron la mayoría de estas prácticas agropecuarias sostenibles y se plantaron miles de hectáreas de pinos piñoneros, un especie pirófita. Desde entonces hay pocos incendios en la zona, pero los que hay son muy extensos e intensos.

Tras el incendio, son necesarias inversiones públicas para la restauración de los ecosistemas y las infraestructuras quemadas. Es necesario diversificar los hábitats y las especies (utilizando especies como la camarina, la sabina y el enebro marítimo) pensando en conservar la biodiversidad, fomentar los servicios ambientales y luchar contra el fuego. Estas labores de restauración ecológica, junto con los usos sostenibles que deben permitirse en la zona con objetivos comunes con la restauración, son una oportunidad para crear empleo verde de calidad y hacer que gente trabajadora y ecologista tome en sus propias manos la conservación de Doñana.

Todos estos impactos socio-ambientales que maltratan Doñana son producto, en último término, de un sistema capitalista (en su fase neoliberal) que prioriza los intereses económicos de unos pocos (ya sean los directivos de Gas Natural, los de las grandes constructoras o unos pocos agricultores ladrones del agua de todas) a los que la mayoría de la población y su medio ambiente.

En este contexto, la lucha del movimiento ecologista está poniendo freno a algunos de los impactos socio-ambientales que asolan Doñana, pero netamente se está demostrando insuficiente. Si realmente queremos proteger Doñana y más allá, nuestro entorno general, debemos poner pie en pared mediante una ofensiva ecologista y anticapitalista que nos permita tomar en nuestras propias manos, las de las clases populares, la gestión de los recursos naturales y la biodiversidad. Doñana nos lo muestra claramente: cuando nuestro entorno está gestionado por gobiernos al servicio de intereses privados, perdemos la mayoría. Revolucionemos la gestión ambiental. Decidamos democráticamente desde abajo, priorizando el bienestar social y ambiental de la mayoría, qué hacemos con el agua, subsuelos y suelos, la atmósfera y la biodiversidad.

Jesús M. Castillo.

Profesor de ecología en Universidad de Sevilla.





miércoles, 28 de junio de 2017

Las camareras de pisos de Sevilla se organizan contra la explotación.


Hola,soy Caro Martín , soy camarera de pisos de Sevilla quiero hablaros de la explotación laboral que estamos padeciendo a raíz de la gran idea de la reforma laboral. Ahora que estamos en plena temporada …hay que recordar, que los precios de las habitaciones en los hoteles y demás establecimientos hoteleros suben por las nubes, pero nosotras las camareras de pisos,”LAS INVISIBLES” seguiremos cobrando la misma miseria de sueldo en la mayoría de los casos, por el doble de trabajo y esfuerzo físico….. el Presidente de la Confederación Española de hoteles y alojamientos turísticos, el Sr Juan Molas,dijo en una entrevista al periódico el economista el 29 de noviembre del año pasado, que citó textualmente: "dudamos sinceramente que las camareras de pisos tengan capacidad o ganas suficientes de organizarse para protestar si no hay detrás algún movimiento o partido político al que le ha interesado distorsionar determinadas informaciones,dice que les sorprende de forma elocuente la capacidad de movimiento y de comunicación que han tenido en las ultimas fechas lo que nos hace pensar que alguien está detrás de este colectivo para mover alguna situación política no conveniente,si alguien cree que algún servicio que este externalizado no cumple con la legislación,lo que tiene que hacer es acudir a tribunales y denunciar,y el Sr Molas añadió que el 90% e las cadenas hoteleras cumplen con el convenio de hostelería " .
Pues quiero deciros,que cuando leí esta entrevista,rápidamente me puse en contacto con este periódico para mandarles una carta de contestación al Sr Molas. Ya que las camareras de pisos somos personas ante todo,pero porque tengamos una fregona en la mano,no quiere decir que seamos idiotas e incultas,y que no podamos organizarnos por nosotras mismas, pues si señor tenemos ganas de organizarnos en contra de empresarios como usted,los cuales se beneficiaron con la reforma laboral,la cual abrió la puerta a los hoteles para poder externalizar sin problemas,y dar paso a las empresas multiservicios,las cuales están acaparando lo departamentos de pisos en los hoteles,estas empresas nos roban nuestra categoría profesional,porque sus convenios propios prevalecen al sectorial de hostelería,y simplemente con esto ya nos quitan entre un 30 y un 60% en nuestros sueldos,y encima subiendo la carga laboral,lo cual todo esto se transforma en EXPLOTACIÓN PURA Y DURA de las camareras de pisos, por ejemplo antes de la reforma tu podías cobrar en Sevilla un sueldo de 1200, 1300,1400 euros en un 4 o 5 estrellas y ahora se cobre 800 si estas a 8 horas y 600 si estas a 6 horas, y ya no os digo nada las empresas que pagan por habitación hecha,ronda una media de 2 euros la habitación,sea de salida o de cliente,tenga 1,2,3,4 camas,cunas,cafeteras,calientaaguas con sus tazitas,platitos,cucharitas,y demas pijaditas para que los clientes vayan contentos,todo eso lo hacemos y fregamos en la habitación las camareras de pisos,por el módico precio,de una media de 1.50,2 euros la habitación hecha, aquí en Sevilla hemos puesto más de 50000 denuncias con la ayuda de CCOO en inspección de trabajo,el año pasado,las cuales están dando algún fruto,pero por desgracia no lo suficiente,se habla de violencia de genero,la cual quiero tratar con muchísimo respeto ante todo,pero quiero decir que nuestro gobierno y demás políticos que están en el congreso de los diputados en estos momentos,sean del color que sean,cometen violencia de genero diariamente contra las camareras de pisos,porque están consintiendo que se siga aplicando los convenios de estas empresas,y eso conlleva a que estemos física y psicológicamente maltratadas,para las que no están contratadas por el hotel directamente,se levantan para ir a trabajar para que las machaquen,y poco a poco se están quedando con nuestra salud,cosa que tampoco tenemos derechos ….ya que las enfermedades laborales no están reconocidas como tales….. como las mutuas puedan deshacerse de nosotras,nos pasan a la seguridad social y nos ponen con enfermedad común,cuando en realidad todos nuestros males muscoesqueleticos son producidos por la sobrecarga laboral que llevamos,y a eso hay que añadirle el estrés del ritmo frenético que llevamos por los pasillos,para poder terminar el trabajo que nos ponen en el tiempo que nos contratan,que físicamente es totalmente imposible de terminar,y las horas que echamos demás,no nos las pagan.Esto tiene que acabar ya,los políticos tienen que sentarse a hablar,y cambiar la reforma laboral para que todas podamos trabajar bajo el convenio de hostelería,en todas las ciudades del territorio español,porque esto es a nivel estatal. Nosotras en Sevilla, hemos hecho una asociación para tener un poco de mas fuerza para seguir luchando para acabar con nuestra precariedad laboral, se llama CAPISE (camareras de pisos de Sevilla) y no tenemos ni partidos políticos ni movimientos detrás,somos simples mujeres,que han dicho BASTA YA DE EXPLOTACIÓN!!!! y me gustaría decirle a nuestra Sra Ministra de trabajo Fatima Bañez,que en el congreso alardea mucho de la creación de no se cuantos millones de empleos con la reforma laboral,y que le consta que nadie cobra por debajo del sueldo mínimo interprofesional,le diría que cuando quiera le enseño nóminas de camareras de pisos, donde vería reflejados esos sueldos miseros que cobramos gracias a su reforma laboral, de verdad que yo quisiera saber en la España que viven los del PP, porque en la que vivimos tantos y tantos españoles de a pie no la vemos con los mismos beneficios que ellos…. Gracias.

lunes, 26 de junio de 2017

LA NUEVA AMENAZA SOBRE DOÑANA La apuesta por el extractivismo en Andalucía como modelo insostenible de desarrollo

Por desgracia Doñana es noticia por el terrible incendio declarado el pasado sábado que ha afectado al parque natural. Pero el fuego no es la única amenaza a la que se enfrenta Doñana, en este artículo de nuestro nuevo boletín podemos ver los distintos proyectos que pueden acabar con este Espacio Natural.



“La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder”. En esta división internacional a Andalucía le ha tocado perder. No son causas naturales las que le han adjudicado a nuestra tierra el papel de perdedora, son las políticas que han sido aplicadas desde dentro y desde fuera de nuestra comunidad las que han adjudicado dichos papeles. Como en Latinoamérica, en Andalucía, tras casi dos siglos de extractivismo, nuestras venas siguen abiertas y sangrando.
Desde los gobiernos de la Junta de Andalucía se ha apostado por un modelo productivo, basado, primero en el turismo masivo que para poder ser competitivo en un mercado global necesita una mano de obra barata, cuando no explotada, el apoyo de los procesos de gentrificación de nuestros núcleos urbanos para deshumanizarlos y poner-los al servicio del turismo global y la destrucción de nuestras costas con un urbanismo insostenible. En segundo lugar  por una agricultura intensiva basada en un mercado de distribución controlado por un oligopolio que para poder maximizar los márgenes y los beneficios necesita usar una mano de obra casi medio esclava que ha convertido el trabajo a destajo en algo habitual y por último un extractivismo, no ya típico del modelo del siglo pasado, sino del propio siglo XIX, donde las multinacionales extranjeras vienen a nuestra tierra a explotar  nues-tros recursos a costa de nuestro medio ambiente, nuestra salud y bienestar.
Pero ¿qué entendemos por extractivismo? En su sentido estricto, lo podemos definir como la apropiación de grandes volúmenes de recursos mineros y energéticos, mediante proce-sos intensivos, por ejemplo megaminas a cielo abierto o procesos de extracción de gas no convencionales, dedicándose gran parte de los recursos a la exportación y sacrificando el medio ambiente, todo ello a cambio de los beneficios del Capital e implicando una subor-dinación a la globalización internacional, como bien ha señalado el ecólogo uruguayo Eduardo Gudynas.
A principios de esta década los gobiernos del PSOE-A apostaron por la explotación de todos los recursos minerales y energéticos del subsuelo de Andalucía, apuesta que se ha visto impulsada con el acuerdo de investidura con Ciudadanos. Dicho acuerdo ha conllevado la aprobación un plan minero que ha sacado a subasta centenas de cuadrículas mineras para su investigación y su posterior posible explotación. También se ha apostado por la reapertura de la mina de Aznalcollar (Sevilla), en un procedimiento de adjudicación que se encuentra bajo sospecha,que está siendo investigado por la justicia yque además ha acarreado la imputación de la Directora General de la Dirección General de Industria, Energía y Minas. La beneficiaria de la adjudicación es una empresaacusada penalmente y denunciada por organizaciones defensoras de los derechos humanos y labora-les de México por sus constantes violaciones a los derechos de los trabajadores, de las comunidades y de la salud de las personas.
A principios de esta década sufrimos un boom de proyectos de investigación de hidrocarburos tanto en el subsuelo terrestre como en el marino en todo el Estado Español. Anda-lucía no ha sido ajena a este proceso cuando los precios del petróleo superaban los 100$ por barril y a la ola de la técnica no convencional del fracking que hacía furor en los Estados Unidos. Ejemplos de esos proyectos no faltan en Andalucía, desde el PENÉLOPE y PENÉLOPE ESTE en la provincia de Sevilla, LOLA en Córdoba, ULISES en la provincia de Jaén o SIROCO en la Costa de Málaga, todos o impulsados desde el gobierno andaluz o con su beneplácito implícito.
Ahora la Junta de Andalucía de la mano de la Dirección Provincial de Industria, Energía y Minas vuelve a la carga con el extractivismo con la concesión de un nuevo proyecto de investigación de recursos mineros, el proyecto SALOMÉ, en los términos sevillanos de Gerena, Sanlúcar la Mayor y Olivares, afectando de lleno al río Guadiamar, el río de la vida de Doñana. La zona del río Guadiamar afectada por dicho proyecto de investigación de recursos mineros posiblemente sea la de mayor valor ecológico, situado aguas arribas del tramo afectado por la rotura de la balsa del Aznalcollar en 1998. El tramo de río afectado fue declarado mediante el decreto 1/2015 de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio Zona Especial Conservación. Las Zonas de Especial Conservación (ZEC) son designadas por la Comisión Europea a partir de una propuesta de Lugares de Interés Comunitario (LIC) elaborados por los Estados miembros a partir de los criterios establecidos en la Directiva Hábitats al poseer especies animales o vegetales amenazados o representativos de un determinado ecosistema.
La beneficiaria del proyecto de investigación SALOMÉ es la multinacional Cobre las Cruces, participada en su totalidad por la CanadienseFrist Quantum, quién también explota a pocos kilómetros, entre los municipios sevillanos de Gerena, Salteras y Olivares una de las mayores minas a cielo abierto de mineral de cobre en Europa. Cobre las Cruces carga a sus espaldas ya un largo historial de accidentes y condenas judiciales, entre las que podemos citar la reciente del pasado mes de septiembre mediante la cual tres ex directivos de la empresa minera fueron condenados por la Audiencia Provincial de Sevilla por incumplir sistemáticamente las autorizaciones, sobre-explotando y contaminando con arsénico el acuífero Niebla–Posadas, que atraviesa la mina y que entonces abastecía de agua potable a la población de Gerena. Pese a la condena, Cobre las Cruces ha seguido sobre-explotando el acuífero Niebla-Posadas y por ello el pasado mes de mayo el Juzgado de Instrucción nº3 de Sevilla ha decido ampliar la instrucción sobre el abuso del acuífero. Todo esto no se podría haber ejecutado sin el aval político del gobierno de Manuel Chaves y posteriormente del gobierno de Susana Díaz, como si no explicar que tras la reciente sentencia del Tribunal Supremo de anulación de la resolución de reactivación de la actividad minera en el 2009 siga explotando la mina. Es a este tipo de empresas poderosas a las que se les permite explotar nuestro subsuelo, llevarse nuestros recursos, dañar gravemente nuestro medio ambiente e hipotecar nuestro futuro.
No todo vale para justificar la creación de empleo, tampoco poner nuestro entorno natural a los pies de los caballos. Es un discurso recurrente en todo el espectro político, desde la derecha, hasta la izquierda tradicional incluso en algunas de las nuevas fuerzas emergentes. La realidad es que dichos proyectos mineros tienden a crear “islas aisladas de riqueza” que no transcienden a sus zonas de influencia. Gerena, el municipio sevillano más afecta-do por el mega-proyecto de Cobre las Cruces y el futuro proyecto SALOMÉ mantiene tasas de desempleo registrado en torno al 30% de su población pese a contar con dichos proyectos. Además, parte del empleo generado es a través del sistema de la subcontratación de prestaciones y servicios, que conlleva una vuelta de tuerca más en la precarización de los puestos de trabajo. Existen alternativas para la creación de empleos estables y medio ambientalmente sostenibles y recursos económicos para ello. Cobre las Cruces ha recibido más de 53 millones en ayudas públicas para su instalación, con todos esos millones se podría haber financiado un plan de empleo sostenible medioambiental para toda la comarca y hacer frente a su desempleo crónico.
Urge la movilización, aún estamos a tiempo de parar dichos proyectos. Ha habido intentos de organización de movimientos ciudadanos y vecinales, la lucha, incluso medioambiental, es el único camino.

David Robles